La batalla de Wagram (5 al 6 de julio de 1809)
enfrentó a los ejércitos franceses de Napoleón contra el austriaco del
Archiduque Carlos en la localidad de Wagram (actualmente en Austria), en el
marco de las Guerras Napoleónicas de la Quinta Coalición. El resultado final de
este combate fue la retirada austriaca, para volver a enfrentarse a los
franceses en Znaim (o Znojmo) los días 10 y 11 de julio de 1809.
La batalla tuvo lugar seis semanas después de
la derrota francesa en la batalla de Aspern-Essling, una vez que Napoleón hubo
asegurado con refuerzos y fortificaciones la isla de Lobau en el Danubio. En
esta ocasión no volvería a cometer el error anterior de lanzarse a cruzar el
Danubio con un único puente como enlace entre sus ejércitos y los refuerzos. Se
construyó un nuevo puente de pontones para unir Lobau con las islas del norte,
en poder del enemigo, y con la ventaja del mal tiempo, la vanguardia francesa
se desplazó a sólo unos kilómetros al este de Aspern y Essling. Este movimiento
obligó a los austriacos a replegarse a las líneas originales de la batalla
principal, entre el poblado de Aderklaa, por el extremo derecho austriaco
(directamente al norte de la isla de Lobau)y el poblado de Markgrafneusiedl, por
el sector izquierdo (al Nor Este de la isla de Lobau), de acuerdo a los planes
previos de batalla del Archiduque Carlos.
En cuestión de horas, Bonaparte dominaba una
gran área, que aún podría haber sido mayor de no ser por el contraataque del
Archiduque Carlos y sus granaderos, que detuvieron el avance francés. El
Archiduque tomó entonces la iniciativa y atacó a la mañana siguiente, la débil
posición francesa comprendida entre la línea de Aderklaa y la isla de Lobau, es
decir, el flanco izquierdo y la retaguardia francesa. La batalla por el pueblo
de Aderklaa fue particularmente muy desgraciada y sangrienta, fundamentalmente
para las tropas sajonas del IX Cuerpo de Ejército francés, comandados por el
Mariscal Bernadotte. ya que, al usar uniformes blancos, tal como los oponentes
austriacos, fueron confundidos con éstos últimos y atacados por los mismos
aliados franceses, lo que causó una desbandada masiva de tropas. Un enfurecido
Napoleón depuso al mariscal, expulsándole del ejército por esta derrota. La siguiente
vez que Napoleón se encontraría con Bernadotte en el campo de batalla sería en
calidad de enemigo.
Mientras esto sucedía, más austriacos ponían
los vitales puentes hacia Lobau en serio peligro. Una vez más, Napoleón había
conducido a sus hombres a una situación muy complicada. Por fortuna para el ejército
francés, los refuerzos del Mariscal Masséna y la artillería apostada en grandes
baterías dentro de la isla de Lobau detuvieron el avance austriaco, y
finalmente la batalla dio un vuelco cuando las fuerzas del Mariscal Davout
golpearon sobre el flanco izquierdo austriaco. Respecto de esta zona del campo
de batalla, el Archiduque Carlos esperaba el pronto arribo de las tropas de su
hermano menor, el Archiduque Juan de Habsburgo-Lorena, quien surgiría desde
Pressburgo, al sudeste de campo de batalla, con otros 12.500 hombres más. Sin
embargo, esas tropas no llegarían a tiempo para participar en esta batalla.
El ataque decisivo, liderado por el General
Macdonald, se desencadenó entonces contra el centro del ejército austriaco, al
sur de Aderklaa, con sus tropas formando un pintoresco "gran cuadro"
y tras un feroz combate, rompió las extenuadas líneas del Archiduque Carlos,
dividiendo a su ejército. Lo anterior, sumado a que el Mariscal Davout
sobrepasaba sus tropas del flanco izquierdo y, al saber que su hermano no
llegaría a participar en la batalla como se había planificado, a las 14:00
horas aproximadamente, el Archiduque Carlos ordenó la retirada del campo de
batalla, sin oposición ni persecución de los agotados franceses.
Debido a su acción, Macdonald ganó por ello el único
ascenso a Mariscal de Campo por méritos en combate, a pesar de que lo hizo
sobre un mar de cadáveres. Entre muertos y heridos, 50 000 hombres de ambos ejércitos
yacían sobre el campo de batalla;
Para las 17:00 horas, el descanso del ejército
victorioso en el campo de batalla se vio interrumpido ante el avistamiento de
nuevas tropas de caballería austriaca por el pueblo de Ober Siebenburnn,
localizado al Este del campo de batalla. La llegada tardía del contingente del
Archiduque Juan causó alarma en las agotadas tropas francesas. Sin embargo,
solo causó eso, puesto que las tropas austriacas volvieron sobre sus propios
pasos al notar que ya no estaban combatiendo.
La retirada del Ejército del Archiduque Carlos
se realizó de una manera tan organizada y sistemática que impidió conocer su
dirección exacta sino hasta dos días después, lo que desencadenó una nueva
persecución del ejército francés, conduciendo a un nuevo y sangriento
enfrentamiento entre ambos ejércitos en Znaim o Znojmo, los días 10 y 11 de
julio de 1809, lugar en el cual, los representantes de ambos bandos acordaron
un armisticio, para luego, firmar la paz definitiva en el Tratado de Schönbrunn,
en virtud del cual Austria entregó varios territorios y firmó una alianza con
Francia. Un año después se celebró el matrimonio entre la hija del emperador
austriaco, María Luisa, y Napoleón I.
Existe gran discusión sobre las bajas del ejército
francés. Parece razonable la cifra de 27.500 muertos y heridos y unos 10.000
prisioneros y desaparecidos. Entre las bajas francesas, hay que incluir 40
generales. Asimismo, perdieron 12 águilas y 21 cañones. Los austriacos, por su
parte, se estima que sufrieron 23.750 muertos y heridos, 7.000 prisioneros y
cerca de 10.000 desaparecidos, muchos de los cuales llegaron más tarde a sus
regimientos. Asimismo, perdieron 10 estandartes y 20 cañones.
Es importante destacar que, entre los más
asombrados por el despliegue organizacional y la bravura en la pelea demostrada
por el ejército austriaco, está el mismo Napoleón quien, ante los comentarios
peyorativos de sus oficiales respecto del ejército austriaco, él replicaba en
su defensa: "¡señor, cuánto se nota que usted no estuvo en Wagram!"
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